PRINCIPE Y SU SEXTETO

PRINCIPE Y SU SEXTETO

Hoy voy a compartir con ustedes el nombre de una persona que representó para mi el gran salto a mi carrera como profesional, se trata de Antonio Príncipe, quien en 1969 me brindó la oportunidad de ser parte de su sexteto que para ese momento ya tenía un unas cuantas millas de recorrido, este sexteto ya contaba entre sus activos con un disco de larga duración, LP como los llamábamos en esa época, y ya se había montado en la tarima de los mejores escenarios a nivel nacional.

Una de las cosas que hoy vienen a mi memoria es que para esa época los músicos que acompañaban a las grandes figuras siempre portaban trajes impecables, los del gran Tito Rodríguez, los de Antonio Machin, aquí en nuestro patio recuerdo la sobriedad conque vestían los músicos del maestro Billo's y resulta que el sexteto de Antonio Príncipe en cuya nómina ya me encontraba presente, no se iba a quedar por fuera y  fue así como vestí por vez primera mi uniforme como músico, me sentía como un recién graduado vestido de toga y birrete, pues no era para menos, era mi gran salto profesional al mundo musical.

Y para ponerle la tapa a la olla y darle un uso reluciente a esos uniformes salimos de viaje, ese, al igual que el uniforme, era mi primera vez, si, era la primera vez que este que está aquí salía a montarse en una tarima fuera de Caracas.
Nuestro destino aunque no era muy lejos no dejaba de ser emocionante, se trataba de Ocumare del Túy, un pueblo ubicado en los adentros de Los Valles del Tuy, en el estado Miranda de esta bella patria llamada Venezuela.

El simple hecho de que para ese viaje nos hayan reservado habitaciones en un hotel donde podíamos bañarnos, comer y dormir después del baile me decía que yo ya estaba encarrilado en mi vida artística, esto era a lo que me dedicaría el resto de mi vida y así fue. Como anécdota recuerdo la comida en el restaurant del hotel, nada más y nada menos que un tremendo plato de espaguetis, algo que para nosotros representaba una exquisitez culinaria.

El nombre del sitio de presentación lamentablemente no se los puedo decir porque los años y sus consecuencias me lo impiden, pero si recuerdo que era el segundo más importante en todo el pueblo de Ocumare del Tuy, el primero era el Club Pampero. Antonio Príncipe era un individuo muy apreciado en ese querido pueblo de Ocumare. 

Esa noche significo para mi un gran paso adelante en todos los sentidos; primero, hice mi primer viaje como profesional de la música con una agrupación super popular y de paso uniformado, segundo, deje el vicio del cigarrillo y comencé a dejar el de la yerba, también compuse mi primera canción a la que titulé "Hola Ocumare" la cual además de haber sido mi primera grabación con el sexteto fue la primera grabación en mi vida.

Debo mencionar que también estuvo presente un momento muy ingrato, pues después de pedir una caja de cigarrillos y de haberla pagado hice el juramento de no volver a fumar más nunca en mi vida y ahí la abandoné encima de la mesa, aún sin destapar, como quien deja a una novia que ha causado mucho daño, eso estuvo muy bien, lo lamentable fue que con esa misma "mala novia" se inició en el vicio mi compadre y hermanito del alma Alfredito Cutufla, el resto ya es historia.

Luego de esa actuación fuera de Caracas, otras no se hicieron esperar, fueron  muchas las actuaciones hasta que en el 70 tocamos en los carnavales de Cocorote, población de en mi estado natal Yaracuy, y después, a finales de ese mismo año terminé mi etapa con el sexteto del gran Antonio Príncipe.

Después de la fiesta de inauguración del Hotel Chara, en Charallave, tuve algunos impases con el manager del sexteto que en lo personal era una gran tipo pero profesionalmente tenía muy poco que ofrecer dado su poca experiencia en el campo que pretendía gerenciar, esto motivó que yo me  despidiera del sexteto llevándome como capital, la  gratísima experiencia de haber compartido musical y personalmente con esos panas míos; Cutufla, Pancho. Parra, Poto, Rúiz, Miguelito, Talavera, y Antonio Principe, y me complace mucho haberles brindado lo mejor de mi aún cuando en algunas oportunidades salían a la luz algunas posiciones negativas de mi parte, pero es que nadie es perfecto y menos aún cuando se tienen tan sólo 20 años, para mi fue y siempre será una época musical muy importante, así que un millón de gracias a esos panas y sobre todo gracias a Dios por haber puesto en mi camino gente de la calidad humana y profesional como mi amigo Antonio Príncipe.

Creo que por ahora mi memoria me está pidiendo un merecido descanso, por lo que me despido por hoy, así que Dios me los bendiga.
Siempre en salsa... y palante!