DEBUT SIN DESPEDIDA

DEBUT "SIN" DESPEDIDA:

Estuve haciendo memoria esta semana y no pude evitar compartir con ustedes una breve historia que realmente considero mi debut como protagonista en el mundo de la salsa, ese recuerdo me lleva directamente al año 1967, año de la celebración más grande de la época, pues celebrábamos la fundación de la sultana del Ávila, nuestra bella ciudad de Caracas había llegado a sus primeros 400 años.

Recuerdo como si fuera ayer esa celebración, todo comenzó con gran entusiasmo en enero de 1967 y terminó lamentablemente el 29 de Julio de ese mismo año, nuestra cumpleañera cuatricentenaria había sido sacudida por un feroz terremoto de 6.7 en la escala de Ritcher poniendo fin de inmediato a las fiestas programadas en su honor.    

Con el recuerdo de esa tragedia, llegan a mi memoria también momentos muy agradables en mi vida, mis  vivencias en esa zona norte de la capital,  mi querida parroquia La Pastora, aún guardo un especial recuerdo por uno de sus sectores mas populares como lo fue y lo sigue siendo, el barrio El Polvorín.

Creo sinceramente que desde ese año hasta el 1976, año en que me fui a vivir a la ciudad de Barquisimeto, nunca deje de pasar en carro, moto o a pie por esas calles del Polvorín,  pararme en sus esquinas con todos mis panas era todo un placer, aún recuerdo a  Luis narizón, Julio Cesar el ratón, Orlando, Nelson Bare, Carlos boca e churro, Generoso y Willian Portillo, Alejandro, Chuo, Francisquito, el negro Canelón y muchos otros panas que aunque no los mencionaré, siempre estaban presentes en esas tertulias de esquina.

En la primera calle de este sector, justo detrás del dispensario, había una de esas bodegas que nunca faltan en nuestros barrios, su propietario era un portugués cuyo hijo era aficionado a la guitarra y como esa esquina era el punto de encuentro con Orlando Bare, allí mismo comenzamos a planificar la creación de un grupo de salsa, Orlando en el bongó, Nelson Bare en las congas, un pana llamado Cesar, que en paz descanse, en el timbal, el hijo del portugués en la guitarra, el bajo brillaba por su ausencia y este negrito cantando.

Llegó el momento de los ensayos, estos los tomábamos muy en serio,  no recuerdo por cuanto tiempo pero una vez que creímos estar listos para salir al ruedo se nos presentó la gran oportunidad musical en nuestras vidas, (o al menos eso pensamos en ese momento) se trataba de un toque en unos quince años, creo que eran las quince primaveras de la hermana de los Bare, lo cierto es que mi tocayo Orlando convenció a la familia de amenizar el bonche con "El Grupito" que así era como nos hacíamos llamar.  La gran noche de nuestro gran debut no se hizo esperar, el patio de la casa de Orlando se llenó a reventar, según el comentario de los invitados, esta era una fiesta de caché porque tenía  una agrupación musical en vivo para amenizar el baile.

Ya instalado "El Grupito" en el patio, no veíamos la hora de comérnosla arrancando con el primer tema de la noche el cual, si la memoria no me falla, era "La Lengua".

Listo, llegó la hora de la verdad, ahí estábamos en presencia de los vecinos del barrio marcando el tiempo para dar inicio a nuestro gran debut de acuerdo a lo programado, salieron las parejitas a bailar al ritmo del tema de Palmieri y todo parecía ir bien, pero eso no duró mucho, el tema llevaba un "solo" de guitarra y eso era responsabilidad del hijo del portugués, quien al parecer no sabía diferenciar entre un montuno y un fado, el resultado fue espantoso, sinceramente era para matarlo (ja ja ja).

Lo cierto fue que cada segundo que transcurría mientras el hijo del portu hacía su "solo" de no se que cosa, para nosotros parecían horas interminables, ya finalmente haciendo actos de acrobacia musical logramos terminar el tema como mejor pudimos y cuando ya cogíamos mínimo para arrancar con el segundo tema con la esperanza de que fuera mejor que el primero hice lo que se hace en estas fiestas, saludé a los presentes, les desee mucha felicidad a la bella cumpleañera y con mucha emoción le pregunté muy cortésmente a los asistentes si quería otra y la respuesta no se hizo esperar, fue un afinado, unánime y rotundo...¡NOOOOOO! parecía un NO emitido por una coral (ja ja ja), sinceramente no encontraba la manera de salir del patio y lograr llegar a la calle, aún leyendo esto hoy lo recuerdo como un debut bastante jocoso y no paro de reír, pero bueno, ese fue mi debut y gracias a Dios, la despedida pero de "El Grupito"  no mía.

Así que mis estimados lectores,  que mi historia musical realmente comenzó esa noche en casa de los Bare en mi siempre recordado barrio El Polvorín, en  La Puerta de Caracas.

Un abrazo a todos mis amigos que vivieron esa época conmigo y a los que siempre llevare en mi memoria hasta mi ultimo momento, ah! y a la cumpleañera de los Bare, le pido mis disculpas (ja ja ja).

Como de costumbre, siempre en salsa... y PALANTE!